Aumenta la ecuanimidad ante las adversidades. Aumenta la capacidad de manejo de la paciencia. Aumenta la percepción directa, la visión cabal o real. Aumenta la intuición y la creatividad. Aumenta la humildad, la compasión y la generosidad. Mejora la percepción de libertad interior y la armonía. Mejora la percepción y la conciencia de unidad de cuerpo y mente. Aumenta la soberanía entre lo que pensamos, decimos y hacemos. Favorece trascender las trabas del ego, del sentimiento de culpa, la soledad y la dependencia. Favorece la superación o aceptación del temor a la enfermedad, la vejez y la muerte.